¿Por qué te duele la espalda aunque tengas una silla buena? [Causas reales y soluciones]

1. No basta con una buena silla

Tener una silla ergonómica es un paso importante, pero no la solución completa.
Mucha gente cree que comprar un buen modelo solucionará automáticamente todos sus dolores… y no es así.

El error es pensar que la silla lo hace todo sola.
La realidad es que hay varios factores que influyen en el dolor de espalda, incluso con la mejor silla del mercado.


2. Postura incorrecta mantenida

Una silla ergonómica puede ayudarte, pero si te sientas mal, no hay milagros.

  • ¿Te encorvas hacia delante?
  • ¿Te apoyas solo en un lado?
  • ¿No usas el respaldo correctamente?

Sentarse durante horas en mala postura, aunque sea en una buena silla, genera tensión muscular, sobrecarga lumbar y fatiga cervical.

💡 Consejo: Grábate o haz una foto sentado trabajando. A veces no somos conscientes de cómo nos sentamos realmente.

Para profundizar más, te recomendamos leer:
👉 Dolor de espalda por trabajar muchas horas sentado: causas y soluciones


3. Falta de movimiento: el enemigo silencioso

Tu cuerpo no está diseñado para estar 8 horas quieto, ni siquiera en la silla más cara del mundo.

El sedentarismo prolongado es una de las principales causas de dolor de espalda.
Aunque tu silla sea excelente, si no te levantas, te estiras o cambias de postura… el dolor llegará.

Haz pausas activas cada 45–60 minutos. Camina, estira brazos y piernas, rota hombros. Es simple y muy eficaz.


4. Mala colocación de pantalla, teclado o mesa

El conjunto importa. Una silla buena no compensa una mala configuración de escritorio.

  • Si tu pantalla está baja, forzarás el cuello.
  • Si el teclado está muy alto, tensarás hombros y brazos.
  • Si la mesa es incómoda, tu postura se desajusta.

Todo tu entorno de trabajo debe estar adaptado a ti, no al revés.

👉 Te recomendamos leer también: Silla ergonómica para teletrabajo: guía completa


5. Factores físicos individuales

A veces el problema no es externo, sino cómo responde tu cuerpo:

  • Falta de fuerza en la zona lumbar o core
  • Lesiones previas no tratadas
  • Problemas posturales de base
  • Tensión acumulada por estrés

Una silla buena ayuda, pero no puede corregir años de malos hábitos por sí sola.


6. ¿Y entonces, qué puedes hacer?

Aquí tienes una estrategia efectiva:

Revisa tu postura cada vez que te sientes.
Levántate mínimo 1 vez por hora.
Estira cuello, espalda y piernas a diario.
Refuerza tu zona lumbar y abdominal (con ejercicios suaves).
Ajusta tu escritorio según tu altura y tipo de cuerpo.
Elige bien tu silla, pero sin olvidar todo lo demás.

📌 Si aún no tienes la silla adecuada, puedes ver este artículo con modelos recomendados: Las mejores sillas ergonómicas por menos de 100€


Preguntas frecuentes

¿Una silla buena puede causar dolor?

No directamente, pero si no se ajusta bien a ti o la usas mal, sí puede generar molestias.

¿Es normal tener dolor con una silla nueva?

Sí, durante los primeros días tu cuerpo puede adaptarse a una nueva postura. Pero el dolor no debe mantenerse.

¿Qué es más importante: la silla o la postura?

Ambos son clave, pero la postura y el movimiento marcan más diferencia que la silla en sí.


Conclusión

Una silla ergonómica es una gran aliada para cuidar tu espalda, pero no es una solución mágica.
Si no acompañas esa inversión con una buena postura, pausas activas y ajustes en tu espacio de trabajo, el dolor seguirá apareciendo.

🧠 Recuerda: cuidar tu espalda es un conjunto de hábitos, no un único producto.

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